El 26 de junio de 1965, cuando todavía estaba oscuro, unas doscientas familias invadieron unos terrenos que pertenecieron a la extinta comunidad Almeida. Las tierras estaban ubicadas al norte de la autopista que conducía al Zulia.
Luego de dos días el estado se hizo presente por medio del ejército y la policía, los cuales sacaron a la fuerza a los invasores y los condujeron a la cárcel municipal.
Días después, una vez liberados, retornaron al lugar y siguieron con su lucha. Muy pronto levantaron viviendas improvisadas de plástico, de tablas, de cartón, de caña brava u otros materiales rústicos. Hubo además otros intentos por desalojarlos, pero siempre volvían hasta que los dejaron tranquilos. Así continuó la construcción del barrio que luego bautizarían como los comuneros, en memoria de las luchas libertarias de la historia patria.
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Poco a poco se fueron uniendo personas de diversos lugares del departamento que buscaban nuevas oportunidades de vida. Algunos desplazados por problemas de la violencia, otros por problemas de pobreza, de falta de oportunidades, pero todos con el deseo de construir una vida próspera y en paz. Eran gentes venidas de Pamplona, Lourdes, Villa del Rosario, Sardinata, Salazar, Gramalote, así como de antiguos barrios de Cúcuta que no eran propietarios y buscaban un lugar dónde reclinar la cabeza. En su gran mayoría eran personas necesitadas. Sin embargo también había "invasores profesionales", de esos que ayer y hoy van buscando lugares para invadir y luego vender. Ese es su "modus vivendi".
No faltaron los problemas entre vecinos, casi todo ellos marcado por el sello del despojo, de la violencia, del abandono del estado. Comuneros como en general la ciudadela Juan Atalaya a la cual pertenece el barrio era conocido y temido en toda la ciudad de Cúcuta
En un principio los nuevos habitantes fueron atendidos pastoralmente por la parroquia San Antonio María Claret, animada por los misioneros claretianos. Con el apoyo de todos los habitantes se construyó una capilla que se llamó en ese momento Nuestra Señora del Carmen. Debido a que cada vez los barrios fueron creciendo se fue viendo la necesidad de crear una nueva parroquia.